Estamos observando la maniobra de aproximación para atracar en el pantalán de espera de un puerto deportivo, a un barco que se acerca con tres personas a bordo: el patrón al timón y un tripulante en proa y otro en la popa. Hay una ligera brisa que sopla desde el pantalán hacia fuera, no demasiada, pero suficiente como para que si no sale todo bien, el barco se desatraque del pantalán nada más parar la arrancada avante.
El patrón dirige bien la maniobra, primero se acerca perpendicularmente, y cuando está a una eslora del pantalán aproximadamente, comienza a caer a babor para presentar el costado de estribor. Tiene el motor en punto muerto ya que con la inercia calcula que atracará bien. Al estar a unos pocos centímetros del pantalán, invierte suavemente la marcha para parar el barco, y éste aproxima la popa al mismo, a la par que va frenando progresivamente la arrancada.
El tripulante que está más a proa baja al pantalán, ágilmente pero con cuidado, con el chicote de la amarra de proa, la cual ha tenido la precaución de hacer firme previamente en la cornamusa, dejando margen para tener suficiente cabo. Llega a la cornamusa que le queda un poco a proa del barco y después de dar media vuelta en la cornamusa y cobrar un poco de cabo, lo hace firme. En la popa del barco, el tripulante que estaba listo con la amarra también ha desembarcado y hace firme el chicote en la cornamusa del pantalán. El barco ya está sujeto al pantalán y no hay riesgo de que se separe. Ahora toca ajustar la longitud de los cabos y amarrar sendos springs a proa y a popa, para que quede correctamente amarrado.
Amarras principales en un atraque de costado
¿Es una maniobra fácil? No diremos que no, pero en cualquier maniobra de atraque o desatraque que hagamos, una de las cosas más importantes a tener en cuenta es la anticipación y tenerla previamente visualizada, ya que lo que la suele estropear la mayoría de las veces, es la improvisación.
Aspectos importantes a tener en cuenta a la hora de atracar de costado:
-
Tener los cabos bien aclarados, es decir, sin cocas ni nudos. Para ello les quitaremos las adujas y los volveremos a adujar.
-
Pasar los cabos por las gateras o guias y nunca por encima de la borda o de la regala.
-
Elegir el costado por donde vamos a atracar el barco. En este aspecto influye mucho al dar atrás, que la hélice sea dextrógira (giro horario) o levógira (giro anti-horario). Esto hará que la popa se acerque o se aleje del pantalán al parar la arrancada. Nos interesa que se acerque.
-
Amarrar suficientes defensas al costado. Una vez atracados ya las distribuiremos por las dos bandas.
-
Tener a un tripulante con una defensa tipo balón en la mano ayudará a que pueda colocarla en algún lugar del casco que corra riesgo de raspar con el muelle.
-
Si por alguna casualidad, se falla la maniobra y el barco queda muy separado del pantalán, volver a repetir la aproximación. No debemos tener prisas.
-
No tener a un tripulante tirando como una mula de un cabo porque el barco ha quedado a 3 metros de separación del pantalán. Ayudar con el motor.
-
El patrón no debe ponerse nervioso ni gritar, puesto que transmitirá este nerviosismo a sus tripulantes y existen más probabilidades de que fallen la maniobra.
-
Dar primero los cabos que más sujeten al principio al barco. Por ejemplo, si el viento viene de proa, amarraremos el largo de proa en primer lugar.
-
En caso de atracar en un muelle donde haya mareas fuertes (por ejemplo en cualquier puerto del Atlántico), tener en cuenta que la longitud de las amarras ha de ajustarse a la bajamar. Si no, correremos el riesgo de producir graves averías al casco y a otros elementos del barco.
Hay muchos patrones que no conocen la importancia de ayudarse con el motor y los cabos para atracar o desatracar su barco. Por ejemplo, el spring de proa tiene una importancia enorme, ya que permite acercar o separar el costado del barco al muelle, siempre que tengamos el timón metido a una de las bandas. Lo podríamos aplicar si un barco quiere atracar al muelle y tiene viento que viene del costado con el que va a acercarse. Seguramente lo que ocurrirá cuando pare la arrancada será que la proa y posteriormente la popa se abrirán del muelle y tendrá que repetir de nuevo la maniobra. Con un simple spring dado a tiempo desde la proa, y protegiendo bien la amura y el costado con defensas, una vez amarrado dicho spring, daremos avante con el timón a la banda contraria del muelle y poco a poco el barco irá aproximando la popa y el resto del costado al muelle. Mantendremos la marcha avante y el timón a la banda hasta que tengamos el resto de amarras dadas.
Lo contrario podría hacerse cuando tenemos que desatracar y existe viento que sopla desde el mar hacia el pantalán. En ese caso utilizaríamos también un spring de proa pero metiendo el timón hacia el muelle y dando avante. De este modo la popa irá abriendose poco a poco del muelle, y cuando estemos suficientemente separados, podremos largar el spring y daremos atrás para separar la proa. Por supuesto que tendremos que proteger bien la zona de la amura y el costado con suficientes defensas.
¿Cuántas amarras tendremos que dar al pantalán? Depende del viento o corriente que haya y de cómo hagan trabajar al barco. Como mínimo debemos de dar los largos (ver el esquema de amarras que está más arriba), ya que éstos evitarán que el barco navegue. El resto de amarras son opcionales, pero vamos a ver que función tienen:
-
Springs: si se cobra de ellos, atracan la proa o la popa, según de cual cobremos, e impulsan al barco hacia el lado contrario. Trabajan a la par que el largo opuesto, es decir, el spring de popa trabaja con el mismo ángulo que el largo de proa y viceversa. Se puede visualizar fácilmente en el esquema cual será el efecto.
-
Traveses: para mantener el barco unido al muelle cuando el viento sopla de allí. No será necesario amarrar uno en proa y otro en proa. Normalmente bastará con tener un cabo hacia la mitad de la eslora del barco, para poder cobrarlo y acercar el barco, tanto al desembarcar como al embarcar.
-
Coderas: cumplen la función opuesta de los traveses, es decir, separan el casco del muelle cuando el viento sopla del mar hacia allí. Se pueden dar a una boya, a un muerto, e incluso a un bolardo o noray en otra parte alejada del muelle.
Las maniobras de atraque que se pueden realizar con un barco son muy amplias y darían para un tratado completo de maniobra. El objeto de este artículo ha sido dar unas ideas para que lo que puede ser una maniobra fácil no se convierta en una gran complicación para el patrón y sus tripulantes.