Recalamos en la costa después de una travesía de varios días en la que no han faltado fuertes marejadas, viento fresco y algunas incidencias en el barco, normales en estos casos: fallo de algún elemento de maniobra, rifadura de una vela, pérdida de una manivela por la borda, etc.
Baliza de babor de un canal
Deseamos entrar ya en el puerto, amarrar el barco e irnos a dormir ese merecido sueño de los navegantes, sueño acumulado durante varios días de tensión y cansancio en las guardias.
Hemos preparado bien la derrota de entrada. Una vez consultado el derrotero, en el cual nos informa de cómo embocar el canal, también hemos mirado bien el libro de faros, donde tenemos indicadas con precisión todas las marcas de balizamiento que nos iremos encontrando.
Primeramente hemos de divisar la boya de recalada, de luz blanca y que debe dar la señal de morse «A» (punto y raya). Nos debería de aparecer por la proa en, aproximadamente, unos 5 minutos.
Marca especial que delimita una zona específica
Una vez rebasada la boya de recalada, que la podemos dejar por cualquier banda, ya que indica que las aguas son navegables a su alrededor, tendremos que buscar la primera boya del canal, que es verde y con una marca cónica en el tope de la misma. Como estará amaneciendo, es probable que divisemos su perfil de castillete, a la par que su luz, también de color verde, irá dando sus últimos destellos antes de apagarse automáticamente.
Marca cardinal Norte
A continuación de la boya verde, a babor debemos de avistar enseguida la primera boya roja del canal, que es de forma de espeque (estaca) ya que en esa zona la profundidad es mínima y está fijada al fondo. Nos ayudará a reconocerla su marca de tope de forma cilíndrica.
Después pasaremos junto al canal de entrada de la primera dársena del puerto, que aunque entra a estribor, está señalada con una marca de bifurcación de color verde con una franja roja en el centro, franja que nos indica que el canal principal sigue hacia babor.
¡Cuidado!: por la proa tenemos una marca de peligro aislado, pintada a franjas rojas y negras horizontales y tiene dos esferas negras en el tope. Nos indica que están los restos de una roca peligrosa que nunca se pudo eliminar del todo del canal. La podremos dejar por cualquier banda, siempre que demos un resguardo prudente a la marca. Además, vamos dejando a ambas bandas diversas boyas amarillas, con un aspa como marca de tope, que nos limitan la zona donde están los viveros de moluscos de la ría.
Boya de estribor de un canal
También hemos visto varias marcas que están pintadas de color negro y amarillo y con dos conos negros como marca de tope. Según la disposición de la franja negra y de los conos sabemos que las debemos dejar al Norte, Sur, Este u Oeste. De este modo libraremos el peligro que indican. Son las marcas cardinales y se denominan así por haber una marca por cada punto cardinal del horizonte.
Al fin reconocemos las farolas verde y roja de entrada a la marina. Una vez amarremos en nuestro lugar de atraque y arranchemos la cubierta, nos iremos a dormir, esta vez con la tranquilidad de haber interpretado bien todas las balizas y marcas de navegación.