Actualmente estamos acostumbrados a encender el GPS y dejar que nos vaya guiando, sin fijarnos realmente por dónde vamos navegando.
Muchas veces se piensa que manejar la carta de papel está anticuado y que no tiene sentido, existiendo la tecnología actual. Nada más lejos de la realidad. Es cierto que los aparatos a bordo cada vez fallan menos y son bastante fiables. Pero esto no quita para que cuando se navega en travesía no nos olvidemos, al menos, de marcar las diversas situaciones en la carta.
Lo más básico comienza por la estima. No cuesta nada apuntar la lectura de la corredera y el rumbo efectivo que hacemos sobre un cuaderno, por ejemplo, cada 2 horas si vamos navegando cerca de la costa, o cada 4 horas si vamos un poco más alejados de ella. Además, esto puede ir encadenado a las anotaciones propias de los datos del viento, presión atmosférica, estado de la mar, etc.
En la carta deberíamos marcar las diversas posiciones y poner la hora junto a ellas. La hora es fundamental, ya que de nada nos sirve tener la carta con muchas marcas de posiciones si no sabemos a que hora estábamos en la última. Además, esto nos facilitaría el poder transmitir una situación de estima en caso de avería en el Gps, ya que arrancaríamos de la última posición conocida.
Otro concepto que nunca se debe olvidar es la situación por dos demoras simultáneas. Esto supone medir con el compás del barco o con un compás de demoras, el ángulo que forma el Norte con dos puntos destacados de la costa. El corte de las dos líneas de posición que obtendremos, nos dará una posición fiable y exacta, siempre que se tengan en cuenta los desvíos propios del compás y las demoras se hayan medido con exactitud. En cualquier caso, y para eliminar errores, siempre se puede medir algún punto más, con lo que tendríamos tres líneas, lo cual es más fiable.
Es importante que el ángulo que formen los dos puntos de la costa que observemos, no sea superior a 100º ni inferior a 80º, ya que de este modo el corte es más perpendicular y por ello más exacto.
Por último, y como hablé en otro artículo, es necesario complementar la información que nos proporciona la carta con las indicaciones que nos dan los derroteros, ya que con ellos podremos reconocer mejor los diversos puntos destacados de la costa para poder obtener las posiciones. Muchas veces es más fácil reconocer estos puntos por la noche, si se trata de faros, ya que podemos medir el diferente ritmo de luz que tiene cada uno de ellos.