A veces nos habremos planteado que pasaría si nos tuvieran que rescatar en el mar mediante un helicóptero. Cuando estamos en una situación de peligro y pedimos ayuda a las autoridades de Salvamento Marítimo, no somos nosotros los que elegimos el medio mediante el cual nos van a sacar del apuro. Serán ellos, en base a las valoraciones que hagan de la situación, los que decidirán la manera de efectuar el salvamento.
Aunque Salvamento Marítimo nos dará unas instrucciones previas, y también el piloto del helicóptero, siempre es mejor tener bien claros los pasos a seguir para que toda la operación de rescate pueda efectuarse satisfactoriamente. Debemos tener en cuenta que cuando un helicóptero se encuentra sobre nosotros, el ruido es infernal y además generará muchos remolinos de viento, por lo que será muy difícil la comunicación.
Antes de que llegue el helicóptero a nuestra posición:
En un barco de vela, arriar las velas y dejarlas bien aferradas para que no puedan soltarse.
Despejar la cubierta de todo lo que pueda salir volando (colchonetas, defensas, toallas, etc.).
Recoger toldos y capotas, ya que aparte de que puedan salir volando, pueden dificultar la visibilidad.
Abrigarnos y colocarnos los chalecos salvavidas, con todas sus cinchas bien amarradas.
Preparar la embarcación auxiliar, si disponemos de ella, ya que es más fácil efectuar el rescate desde un bote abierto que sobre la cubierta del barco. Si no tuviéramos bote auxiliar pero sí una balsa salvavidas, proceder a activarla.
Estar permanentemente atentos a la radio Vhf en el canal 16, ya que nos llamarán desde el helicóptero cuando se vayan acercando. Puede que nos indiquen que pasemos al canal 6, que es el que se utiliza para comunicar entre aeronave y buque.
Al escuchar que se acerca el helicóptero, podemos activar y lanzar una señal fumígena naranja flotante (bote de humo) al agua para que nos vean desde la distancia. Evitar el cohete con paracaídas porque podría ser peligroso para la aeronave. Podríamos también activar una bengala de mano.
Cuando haya llegado el helicóptero:
Intenta mantener un rumbo en el que recibamos el viento abierto unos 30º por babor y con muy poca velocidad.
Si no desciende uno de los tripulantes desde el helicóptero, dejar que el cable toque el agua para que descargue la electricidad estática. Normalmente el piloto lo dirige desde arriba y después nos acercará el cable. No fijar el cable nunca a la cubierta puesto que pondríamos en peligro al helicóptero.
Con el cable llegará un arnés en forma de «U», que no hay más que pasarlo por debajo de los brazos, quedando la parte baja del arnés en el lado de la espalda.
Dejar los brazos colgando a lo largo del cuerpo en posición de firmes. No agarrar nunca el cable ni el gancho, puesto que se podría resbalar el arnés y caernos al agua.
Nos irán izando y si vemos que giramos porque el cable tiene vueltas, podemos abrir las piernas en tijera para frenar el giro.
Una vez estemos arriba, no hacer nada y dejar que un tripulante nos meta dentro.
Todo esto se facilita si con el cable baja también un tripulante del helicóptero, ya que él se encargará de pasarnos el arnés y de darnos las instrucciones, pero no está de más tenerlo en cuenta ya que cuando hay mala mar, por seguridad puede que no descienda nadie.
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