Esta pregunta probablemente se la habrá hecho el propietario de una embarcación muchas veces: ¿está mi barco preparado para afrontar un temporal? La respuesta no la tiene nadie por mucho que un diseñador o un constructor de barcos, aparte de las sociedades clasificadoras, pretendan convencernos de ello. Esto podrá desanimar a muchos pero realmente no sabremos si nuestro barco resistirá al cien por cien hasta que se haya sufrido un temporal de verdad.
Es innegable que el factor humano hace que muchas veces se cometan fallos que pueden provocar la pérdida del buque. No somos máquinas, nos mareamos y sufrimos golpes a bordo. Además la presión psicológica de estar bajo la inmensa fuerza del mar, ante la cual el hombre no es más que una mota de polvo, hace que a veces se tomen decisiones erróneas.
Los barcos se pierden o sufren graves averías por muchos motivos en un temporal. Algunos ejemplos son los siguientes:
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Fallos estructurales
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Fatiga y rotura del material
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Rotura de aberturas (escotillas, portillos, manguerotes, etc.)
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Inundaciones
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Varadas en la costa
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Incendios