Ahora que los días comienzan a ser más largos, es normal que los navegantes que poseen embarcaciones pequeñas las comiencen a preparar para la temporada de verano.
Normalmente la primera preocupación suele ser limpiar la obra viva y aplicarle la pintura anti-incrustante. Otro aspecto habitual en la preparación del barco será la revisión obligatoria del motor, ya que del mismo dependerá que podamos disfrutar de un agradable día de navegación. Si además la embarcación es de vela, no vendrá mal echarle un vistazo al estado de las velas, que habrán invernado plácidamente en el interior de la embarcación o en el almacén correspondiente.
Pero un asunto no menos importante será siempre la revisión del material de seguridad. En embarcaciones que navegan próximas a la costa, este material es más reducido que en las zonas más alejadas de la misma. Normalmente, y en orden de importancia, comprendará lo siguiente:
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Chalecos salvavidas. Se deben de llevar homologados y para el 100% de la tripulación. Si además hay niños a bordo, deberán existir chalecos para niños.
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Bengalas de mano rojas. Sirven para hacer señales de socorro cuando estemos en peligro. Hay que tener 3 bengalas a bordo. Suelen caducar a los 4 años
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Botiquín: es sencillo ya que no contiene más de lo que tendría un botiquín casero, exceptuando algún medicamento algo más especial. Comprobar la caducidad de las diversas medicinas.
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Bocina de niebla. Puede llevarse una sencilla, de las de soplar, siempre que los pulmones los tengamos con «chicha» para soplar. Nos servirá, además, para llamar la atención a otros barcos que se aproximen a rumbo de colisión o cuando estemos en peligro.
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Bomba de achique y balde. De gran importancia para las posibles inundaciones que podamos sufrir, ya que en una embarcación menor es habitual embarcar agua.
Otros elementos, que no forman parte del material de seguridad pero que igualmente son básicos para navegar con tranquilidad, serían dos estachas de amarre de longitud suficiente. No solamente nos servirán para amarrar sino también para poder empalmar cabos en caso de tener que montar una línea de remolque. Además no debemos olvidar la línea de fondeo, la cual debe tener una longitud equivalente a 5 veces la eslora del barco. Una de estas esloras ha de ser de cadena.
Un elemento que no es obligatorio en las dos zonas que establece la Dirección General de la Marina Mercante más próximas a la costa, es la radio. Como es comprensible, en una embarcacion pequeña no suele haber suficiente espacio para instalar una radio fija, aunque un Vhf portátil puede cubrir esa carencia. Con la radio nos mantendremos comunicados permanentemente con los demás barcos y además recibiremos todos los avisos a los navegantes y partes meteorológicos para no llevarnos un susto y vernos sorprendidos por un golpe de viento. Además nos permitirá enviar una llamada de socorro a todos los barcos y estaciones de tierra, en caso de peligro.
El teléfono móvil lo hemos de llevar bien cargado de batería y además es recomendable cubrirlo con una funda estanca y flotante para evitar que si se nos cae al agua lo perdamos.